El gran reto de Aragón es pasar de ser una Comunidad con ejemplos de éxito a ser un caso de éxito en sí misma. Nuestra economía está diversificada, tenemos un potente peso industrial y agrícola, y una población con niveles de formación importantes. Sin embargo, el reto de los próximos años es la especialización. Sin especialización no hay futuro. Para ello, un aspecto determinante y único de Aragón es el agua, la capacidad energética, el viento y el sol, y un inmenso territorio con una importante situación estratégica. En estas líneas de especialización, cabe apuntar estas propuestas:
Apoyo a las PYMES, pequeño comercio, autónomos y emprendedores, que componen la mayor parte del tejido empresarial. Hay que facilitar trámites, incentivar las ideas, apoyar más a los jóvenes y fomentar modelos para compartir proyectos y trabajar en conjunto mediante clusters y alianzas para sectores y productos estrella.
Agroindustria. Agua, agricultura y progreso tienen que conjugarse con desarrollo, empleo y bienestar. Queremos una “Agricultura y Ganadería con mayúsculas”. Somos un territorio rural: debemos primar a quienes viven del sector primario, porque vertebra y da vida al territorio, y apoyar expresamente a los jóvenes que apuestan por quedarse en el territorio. Tenemos que potenciar el eje agroalimentario del Ebro, resaltar sus nexos con la gastronomía, la cultura y el turismo. Ser capaces de potenciar los productos aragoneses, incluyendo la investigación y el desarrollo de nuevos productos, marcará el futuro del sector.
Turismo: Aragón tiene potencialidades para seguir consolidándose en referente turístico en muchos campos: cultura, patrimonio, nieve, deporte, medio ambiente, gastronomía y calidad en los servicios tienen que seguir siendo polos de atracción de Aragón como referente turístico.
Educación, universidades e I+D+i e internacionalización son conceptos imprescindibles para generar un nuevo tejido. El sistema formativo y las universidades cobran especial relevancia, así como el fomento a la integración laboral de los jóvenes. La industria del conocimiento, en la que Aragón ha dado pasos de gigante, debe continuar.
Una administración cercana y eficaz. Apostamos por una administración pública descentralizada y acorde con las singularidades socioeconómicas y territoriales de Aragón. Las nuevas tecnologías y la administración electrónica son una oportunidad para optimizar los recursos y avanzar hacia “ventanillas únicas”.