Nos
dicen que quienes pertenecemos a la Asociación de Amigos del Castillo de Loarre somos
los “modernos defensores” de esta bella fortaleza románica que se yergue airosa
sobre un peñasco rocoso, en Loarre, provincia de Huesca. Monumento irresistible
que en su estratégico emplazamiento, entre el llano y la montaña pirenaica se
eleva vigilante sobre el paisaje de La
Hoya cargado de historia, de arte, de alma y de leyenda… y al
que ahora nosotros queremos darle un plus de protección y de reconocimiento.
Nuestro
empeño, y en él llevamos unos años, es que el Castillo de Loarre sea inscrito
por parte de la UNESCO
en la Lista del
Patrimonio Mundial de la
Humanidad, a modo de bien excepcional de tipo cultural… y que
así, de esta manera, se certifique internacionalmente que esta antigua atalaya civil
y militar de la Edad Media es,
además, un irrepetible y majestuoso bien que hay que conservar y proteger de
todo posible deterioro.
Integrado
en el paisaje, el castillo y sus estancias nos traen el recuerdo de importantes reyes de Aragón y Navarra que
vivieron en los siglos XI y XII. Su origen y sentido de ser hay que ir a
buscarlo a épocas de la
Reconquista cristiana, cuando por aquel entonces ya se dominaban
al norte, política y militarmente, los condados pirenaicos de Aragón, Sobrarbe
y Ribagorza. El lugar de Loarre estaba emplazado en la línea de castillos
fronterizos limítrofes con los reinos musulmanes del sur.
Hoy en día, desde lejos se le ve emplazado y
confundido en un nido de rocas, pero hay que acercarse para apreciar la
hermosura sencilla de sus detalles y rincones. Más de 90.000 personas traspasan
cada año la puerta principal que se abre en el flanco oriental de su larga
muralla exterior –con nueve torreones circulares, y uno rectangular que fue
antaño torre puerta- la que delimita un recinto de cerca de 10.000 metros cuadrados.
Una vez dentro del espacio románico se halla la
torre Albarrada o del Vigía, la cripta Santa Quiteria, la iglesia de San Pedro
-lugar considerado como “la obra maestra” del castillo-, la torre del Homenaje, de
cuatro pisos, y la Torre
de la Reina, la
más antigua de todas.
El castillo fue declarado Bien de Interés Cultural y
Monumento Nacional en el año 1906. Y ahora, casi mil años después de que en
1020 el rey Sancho el Mayor de Navarra lo fundara, nuestro tesón por proteger esta
fortaleza quiere ir más allá: ya hemos dado los primeros pasos para que este
excepcional conjunto sea declarado patrimonio de todos. En Madrid el Ministerio
de Cultura ya nos dio su apoyo expreso a la idea, en estos momentos el Gobierno
de Aragón apoya que el Castillo de Loarre, siga en la Lista Indicativa, en la que ya estaba y es la única propuesta que
por parte de la Comunidad Aútonoma de Aragón, tiene el Consejo de Patrimonio
Historico, este largo camino de ser candidatura ante la UNESCO, de ser un lugar
patrimoniable, es una aventura que nos
llevará a conseguir un reconocimiento que no implica inversión económica,
subvención o dinero extra… , excepto la elaboración de la candidatura, pero que
supone figurar entre los mejores del mundo, en un estatus de concierto
internacional, con un sello simbólico que dará mayor honor, protección y
categoría a esta fortaleza de Loarre en el Alto Aragón que tanto queremos y que
para muchos de nosotros es una auténtica maravilla de la humanidad.
Anabel Lasheras
Meavilla, Presidenta
de la Asociación
de Amigos del Castillo de Loarre.