Ayer, el Consejo de Gobierno declaró Monumento Natural a los Órganos de Montoro, una superficie de 188 hectáreas dentro de los términos de Villarluengo y Ejulve, en el Maestrazgo turolense, que constituye un espacio de excepcionales valores naturales, culturales y paisajísticos.
Mediante esta figura se asegura la conservación de los valores paisajísticos en el entorno mediante una gestión adecuada; se preserva la interacción entre la naturaleza y el hombre; se protege y conserva el hábitat de este espacio natural, especialmente, las especies que tengan algún grado de amenaza; y se promueve el desarrollo socioeconómico de los municipios de la zona de influencia socioeconómica, favoreciendo el uso racional y sostenible de los recursos naturales.
Los Órganos de Montoro se encuentran dentro del Lugar de Interés Comunitario (LIC) "Muelas y estrechos del río Guadalope" y de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) "Río Guadalope-Maestrazgo", área con espectaculares cantiles que albergan poblaciones de rapaces rupícolas de gran interés, entre ellas el buitre leonado (Gyps fulvus) con una de las mayores poblaciones de la Península Ibérica.
Desde el punto de vista geológico, son una gran formación caliza de estratos subverticales de edad cretácica con enérgicas cornisas y cumbres macizas y aplanadas que se sitúan entre los 1.500-1.800 metros.
Domina la vegetación típica de las zonas de montaña media mediterránea con predominio de carrascas (Quercus ilex rotundifolia) y de matorrales esclerófilos entre los que destaca, por su presencia, la sabina negra (Juniperus phoenicia).
