
Así, ayer tarde, a las 6 comenzaron los oficios. Antes, hacia las 5 se han ido vistiendo y preparando los romanos: el casco, la lanza, el escudo, el pectoral, túnica y calzas... todo un ritual que viene de generación en generación, dentro de cada familia. Una vez uniformados se ponen de camino a la Iglesia donde hacen guardia a Nuestro Señor de la Cama y esperan en la sacristía mientras los Oficios. A las 8,30 inicia la procesión siguiendo las estaciones y rezando.
Este año no nos ha llovido, hemos tenido suerte, y son muchos los que han podido seguir las ceremonias.
En las fotos, el Castillo de Loarre, el sábado bajo la lluvia.
Alejandro, el romano de menor edad a la espera de la guardia ante Nuestro Señor de la cama, en la Iglesia parroquial de Loarre.
Los romanos, son casi las 6, de camino a la Iglesia.
