"Escribe uno estas líneas cuando los almendros despuntan en flor en sierras mediterráneas y prepirenaicas como la nuestra de Loarre. Y es que en muchos lugares de Aragón la primavera se anuncia con la temprana floración de este bonito árbol, naturalizado por toda la región mediterránea de Europa, pero en realidad originario de las zonas montañosas de Asia Central, donde el consumo de su fruto –la almendra- provocó la extensión al resto de Persia y Mesopotamia. Se cuenta que fue a través de viejas rutas comerciales cómo el almendro llegó así al Viejo Continente. Y se dice que lo hizo gracias a los fenicios, aunque como muchos otros árboles de cultivo, fueron los romanos quienes luego popularizaron su consumo" (...)